MASCARILLA DE CLARA DE HUEVO





Ésta es una de las recetas más conocidas y más puesta en práctica por las mujeres. Sus ingredientes están presentes en todas las alacenas culinarias, te dejará una piel preciosa y en perfectas condiciones para presentarte en cualquier fiesta o reunión familiar.
Fácil, sencilla y económica, esta fórmula puede utilizarse sobre una piel seca, ajada, con falta de vitalidad y brillo natural.
Gracias a sus propiedades, contribuye a reafirmar la piel, devolviéndole su elasticidad y tono. También posee una acción preventiva contra el envejecimiento cutáneo y un efecto lifting que suaviza las arrugas.
Bate una clara a punto de nieve y, cuando esté lista, añádele una cucharadita de miel, a ser posible de textura fluida. Enriquece la mezcla con veinte gotas de aceite de almendras y revuélvelo muy, muy bien. Aplícatelo en el rostro y cuello durante veinte minutos aproximadamente; si dejas pasar este tiempo y lo mantienes en tu rostro, no será contraproducente, al revés, puede resultar beneficioso. Retírala como todas las mascarillas: agua y más agua hasta que no quede ni rastro de ella.
Póntela una vez por semana y olvídate de las arrugas

Consejos para fabricar tus propios cosméticos

Procura preparar poca cantidad de cualquiera de las fórmulas: piensa que los conservantes son naturales y, en algunos casos, el cosmético dura muy poco tiempo sin perder propiedades. A medida que te familiarices con el producto, podrás ir modificando poco a poco la fórmula para adaptarla a tus necesidades y gustos.
- Las cremas y demás productos han de ser homogéneos, por lo tanto tendrás que batirlos bien hasta conseguir una textura cómoda y fácil de aplicar.
- Utiliza etiquetas adhesivas para ponerles nombre a tus preparados. Es la única manera de distinguirlos. Evitarás más de una confusión, sobre todo cuando te acostumbres a la cosmética natural y casi todos tus cosméticos estén formulados por ti.
- Los ingredientes básicos de la cosmética natural no incluyen los que generalmente son causantes de alergias cutáneas: excipientes, siliconas, parafinas, conservantes y colorantes artificiales, que no suelen ser productos de origen natural. Esto no garantiza que algunas recetas puedan ser causantes de reacciones alérgicas, piensa que cada ser humano reacciona de forma diferente. Si una persona es alérgica al melocotón, no podrá utilizar una mascarilla que contenga esa fruta.
- Si tienes alguna duda sobre algún cosmético, puedes probarlo previamente en la piel de la cara interna del antebrazo, zona extremadamente sensible: cualquier efecto negativo o intolerancia será evidente en pocos minutos.


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