
Ésta es una antigua receta que resulta muy sencilla de elaborar. Mezcla en un recipiente dos cucharadas de aceite de ricino, y otras dos de aceite de almendras, remuévelo bien y envásalo en un cómodo recipiente. No olvides agitarlo cada vez que lo utilices. Así de fácil y de barato te resultará hacer este desmaquillador. Procura que no se te introduzca en los ojos, ni éste, ni ningún otro producto por muy antialergénico y específico que sea.